Oración de la mañana: martes 22 de Octubre

SOMOS MISIONEROS


Educación Primaria


Nos ponemos en presencia de Dios, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

¿Habéis pensado alguna vez que vosotros y vosotras también sois misioneros? Pues sí. No se necesita nada especial. Dentro de cada uno y cada una está Jesús, que nos dio todo su Amor. 
Ahora nos toca llenar el mundo de ese Amor de Dios y llevar todo lo que Jesús vivió a los demás, empezando por los que tenemos más cerca cada día y llegando cada vez más lejos.

Podemos escuchar la siguiente canción y poner atención en la letra: Canción Somos Misioneros

Acabamos la oración de hoy, pidiendo a Jesús que nos ayude a cumplir su misión, nuestra misión. Decimos todos y todas:
"Jesús, Tú que nos amas y nos perdonas siempre, ayúdanos a ser misioneros en casa, en el colegio y en la calle. A amar a nuestra familia, a nuestros compañeros, a mayores y pequeños. Enséñanos a ver quién necesita nuestra ayuda y no dejar sólo a nadie."

En nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Educación Secundaria

Nos ponemos en presencia de Dios, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Muchas veces oímos hablar de misioneros y pensamos que eso no va con nosotros. Que para ser misionero hay que irse muy lejos y estar al lado de los más pobres del planeta. Pues eso es sólo una parte de la misión que Jesús nos enseñó. Ser misionero es llevar el mensaje de Dios, el Amor, a todas partes. Eso incluye los lugares lejanos y los lugares cercanos.
Cada uno y cada una, aunque no se lo crea, lleva dentro a Jesús. Unos lo expresan de una manera más abierta y otros de una manera más tímida. Hay quien transmite el Amor con gestos: un abrazo, una sonrisa, una mano que ayuda, ... Hay quien transmite el Amor con palabras: gracias, perdón, preguntando ¿qué necesitas?, animando ... Hay quien transmite el Amor con el silencio: acompañando en los momentos difíciles, ...

Oramos ofreciendo al Padre nuestra forma particular de amar: con gestos, con palabras, con silencio, ... y agradeciendo que nos dé todos los días la oportunidad de encontrarnos con personas a las que demostrar ese Amor: familia, amigos, compañeros,... Pedimos a Dios no mirar hacia otro lado cuando veamos a alguien necesitado de nuestra ayuda o consuelo. Pedimos fuerzas para no cansarnos de ser misioneros todos los días. 

Acabamos rezando todos juntos las palabras de San Juan de la Cruz:
"El alma que anda en amor, ni cansa, ni se cansa. Es un alma gentil, humilde y paciente."

En nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.



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