Hoy me quedo en tu casa
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Empezamos este día en tu nombre, Señor, después de cuatro dias de vacaciones en los que seguramente hemos disfrutado de la familia y los amigos. Hemos celebrado la vida santa de tantas personas que has dado como ejemplo en nuestro camino por la vida. Ayer, en el evangelio, escuchamos la conversión de Zaqueo. Me quedo con unas palabras tuyas: «Zaqueo, date prisa y baja, porque es necesario que hoy me quede en tu casa».
Jesús, sé que hoy también me dices a mí esas palabras. Tú quieres entrar en mi vida para que sea feliz, quieres quedarte en mi casa para ayudarme y acompañarme, para transformarme y sacar lo mejor de mí.
Jesús, como los santos, te digo: Quédate en mi corazón y haz que me parezca a Ti para hacer la vida más fácil y agradable a los que viven conmigo. Como Zaqueo, si he hecho algo que no está bien, quiero cambiarlo y volver a empezar.
María, Madre de Jesús y Madre nuestra, ayúdame a ser santo. Todos: Dios te salve, María...
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
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