Señor, hazme un instrumento de tu paz
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Buenos días Señor. Gracias por este nuevo día que estrenamos. Gracias por la vida que nos regalas. La oración de esta semana la vamos a dedicar a pedir la paz, y la haremos ayudándonos de la oración de San Francisco. Pedimos la paz de Dios y la paz en el mundo. Escuchamos, Jesús tu Palabra.
Palabra de Dios:
Al atardecer de aquel día, el primero de la semana, estando cerradas, por miedo a los judíos, las puertas del lugar donde se encontraban los discípulos, se presentó Jesús en medio de ellos y les dijo: «La paz con vosotros.»
Breve reflexión:
El primer momento de la oración de San Francisco lo constituye una súplica para que el Padre nos conceda ser instrumento de paz. Petición importantísima que vale la pena hacer: ser portadores de la paz. Es necesario pedirlo porque poder llevar la paz a otros es un don que supera nuestras fuerzas. Y ello porque para poder entregar la paz primero es necesaria haberla recibido: haber escuchado antes “la paz contigo”. Como hace Jesús con sus discípulos: en medio de sus miedos les anuncia y hace entrega de la paz.
Preguntas:
¿Tengo paz en mi vida?
¿Ofrezco paz o discordia a los demás?
Oración:
Virgen María y Señora de la Paz, llevame de tu mano para recibir de Jesús la paz que necesito para poder compartir esta paz con los demás. Este es mi compromiso para hoy. Nos ofrecemos a ti, Madre:
Oh Señora mía, oh Madre mía...
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
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