Nos despedimos desde dentro
Hoy es el último día del curso, nos hubiera encantado podernos despedir como lo hemos hecho otros años pero este año es diferente y, seguro, que no se nos va a olvidar.
Nos despedimos DESDE DENTRO, ¡nunca mejor dicho!
Comenzamos este día poniendo nuestra atención en el Señor.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Buenos días Señor. Gracias por el día que nos regalas, gracias porque por fin hemos llegado al último día de clase y porque parece que en septiembre podremos volver con normalidad al colegio.
Escuchamos Tu Palabra en un momento en el que también Tú, lleno de alegría, diste gracias a Dios Padre en voz alta: “Te doy gracias, Padre, Señor de cielo y tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y entendidos y se las has revelado a la gente sencilla” (Mt 11, 25).
Jesús, Tú das gracias porque Dios habla al corazón de las personas sencillas, humildes, discretas, a las personas que ayudan a los demás sin hacer ruido, a las que se esfuerzan sin que nadie lo note, a las que sonríen cada día…
Vamos a unirnos a esta oración tuya, Jesús. Quien quiera, en voz alta, también puede dar gracias por algún compañero o compañera, por profesores o profesoras, por monitores de Fuego Nuevo o catequistas, por las personas que limpian el colegio, por quien creáis que con su presencia, gesto o palabra os ha ayudado… Podéis decir: Te doy gracias Señor por...
Después de estas acciones de gracias, terminamos diciendo juntos la oración que Jesús nos enseñó: Padre nuestro...
Cerramos esta oración escuchando la canción de nuestro lema DESDE DENTRO pero, ¡cantada por unos artistas muy conocidos para todos!
Hoy es el último día del curso, nos hubiera encantado podernos despedir como lo hemos hecho otros años pero este año es diferente y, seguro, que no se nos va a olvidar.
Nos despedimos DESDE DENTRO, ¡nunca mejor dicho!
Comenzamos este día poniendo nuestra atención en el Señor.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Buenos días Señor. Gracias por el día que nos regalas, gracias porque por fin hemos llegado al último día de clase y porque parece que en septiembre podremos volver con normalidad al colegio.
Escuchamos Tu Palabra en un momento en el que también Tú, lleno de alegría, diste gracias a Dios Padre en voz alta: “Te doy gracias, Padre, Señor de cielo y tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y entendidos y se las has revelado a la gente sencilla” (Mt 11, 25).
Jesús, Tú das gracias porque Dios habla al corazón de las personas sencillas, humildes, discretas, a las personas que ayudan a los demás sin hacer ruido, a las que se esfuerzan sin que nadie lo note, a las que sonríen cada día…
Vamos a unirnos a esta oración tuya, Jesús. Quien quiera, en voz alta, también puede dar gracias por algún compañero o compañera, por profesores o profesoras, por monitores de Fuego Nuevo o catequistas, por las personas que limpian el colegio, por quien creáis que con su presencia, gesto o palabra os ha ayudado… Podéis decir: Te doy gracias Señor por...
Después de estas acciones de gracias, terminamos diciendo juntos la oración que Jesús nos enseñó: Padre nuestro...
Cerramos esta oración escuchando la canción de nuestro lema DESDE DENTRO pero, ¡cantada por unos artistas muy conocidos para todos!
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