Mary Ward fue valiente: no se echó atrás ante el riesgo, fatiga y dolor

Esta semana vamos a conocer a Mary Ward un poco más a través de nuestra oración común: reflexionando acerca de un aspecto de su vida reconocido como REGALO o don para la Iglesia y rezando juntos al final con la oración por su beatificación.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. 

Buenos días Señor, queremos conocer a Mary Ward un poco más para poder aprender de ella, porque ella es un ejemplo para nosotros. 
Hoy nos fijamos en su defensa de la dignidad de la mujer. Mary Ward fue una mujer adelantada a su tiempo, se dio cuenta de la gran diferencia que había en aquella época en cuanto a la educación. Las niñas eran educadas para casarse y se les instruía en las labores de la casa. Mary Ward defendió el que no hubiera estas diferencias y trabajó porque las niñas también pudieran ir al colegio. Fundó muchos colegios que están repartidos por todo el mundo. Además las religiosas, hoy en día, también trabajan en zonas pobres en las que ayudan y enseñan a las mujeres para poder salir adelante y defender sus derechos en lugares donde la mujer es explotada o maltratada.
Hoy queremos agradecer y pedir por todas las religiosas de las Irlandesas del mundo entero, que Dios bendiga su labor y entrega en esta misión de dignificar a la mujer.

Terminamos este momento con la oración por la beatificación de Mary Ward y que tenéis colgada en la clase: 

Dios, dador de todo bien, 
te damos gracias por el regalo que en Mary Ward
has hecho a la Iglesia y a toda la humanidad.
Movida por el fuego de tu amor
no se echó atrás ante el riesgo, la fatiga y el dolor.
Vivió y trabajó para tu mayor gloria y el bien de la Iglesia, 
para la propagación de la fe, 
y por la dignidad de la mujer. 
Fue consuelo para los enfermos y ayuda para los pobres. 
Te pedimos que por el reconocimiento oficial de la Iglesia, 
su ejemplo de vida llegue a ser luz para muchas personas
Por nuestro Señor, Amigo y Maestro Cristo Jesús. Amén.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.


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